Pedro: estas muy linda.
Paula: vos tambien
Ellos estaban vestidos así
Pedro: ¿Vamos al vip?
Paula: Si amor vamos a sentarnos un rato.
Cuando llegaron al vip Pedro se sentó en uno de los sillones, sentando a Paula sobre sus piernas tomándola de la cintura., mientras le besaba el cuello.
Paula: ¿Estas muy mimoso amor?
Pedro: Es que con la mujer que tengo, como para no estar mimoso, cada día me volves mas loco.
Paula: Y vos a mí, pero vos hoy estas endemoniado.
Pedro: Me vas a decir que no te gusta el endemoniado.
Paula: me encanta, y muero por volver a estar con él esta noche.
En ese momento Pedro la beso con pasión y desenfreno
Paula: ¿Vamos?, (le dijo sensualmente al oído).
Pedro: si, por lo que veo, vamos a pasar otra noche inolvidable. (Riéndose pícaro).
Paula: ¡Pedroooooooooooooo! (pegándole en el hombro).
Pedro: ¡Paulaaaaaaaaaaaa!, no me digas que no te gusta.
Paula: Obvio yo soy una geisha, y hago lo que mi hombre me pida
P y P se dirigieron al hotel mientras iban en el ascensor Pedro el apoyo contra la pared del mismo mientras se besaban apasionadamente.
Cuando se abrió la puerta del ascensor, Paula se le subió enzima tipo koala, mientras le iba desabrochando la camisa mientras el trataba de abrir la puerta cuando la abrió se dirigió con Paula hasta el cuarto mientras ella se deshacía de su camisa.
La tiro suavemente a la cama y se subió encima de ella, mientras le besaba el cuello bajando hasta su pecho, lentamente le quito su remera, y después el corpiño
Paula le quito el pantalón y seguido el bóxer.
Pedro le quito la tanga, una vez más se hicieron uno, volvieron a unirse en el fuego de la pasión.
Sus cuerpos ardían, eran dos cuerpos sedientos de gozo y de placer, esa habitación era la testigo de todo el amor que habia entre ellos.
En ella se podían oír gemidos y gritos de placer,
Pedro le acariciaba y besaba cada parte de su cuerpo y Paula hacia lo
Mismo en el cuerpo de Pedro.
Hicieron el amor durante tres horas hasta quedar exhaustos.
Cuando terminaron Paula se recostó en el pecho de Pedro y el la abrazo.
Y así se durmieron durante toda la noche.
Sin duda esa habitación era la testigo de ese amor en el más puro de los estados
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