sábado, 24 de diciembre de 2011

Capitulo 15 ♥

Paula: Algo que tenés que saber es que Odio que me callen cuando estoy hablando. Pedro: ¿Ah sí? -todavía sin soltarte de la cintura y sin dejar de mirar tus labios- ¿como?
Paula: Como cuando estoy hablándote o enojada y que me calle con un...
Y otra vez te partió la boca. Ambos rieron y otra vez te colgaste de su cuello para seguir besándolo. Te sentías diferente ya no te importaba nada, solo vos y él.
Paula: Como te gusta hacerme enojar.
Pedro: No, me gustan tus labios, son como -pensó- adictivos.
Paula: Ya lo sé -superada te decían-
Pedro: -se mordió el labio y rozó tu nariz con la suya- Que linda sos.
Paula: No más que vos -pico, escuchaste tu celular sonar- es mi celular.
Pedro: No, no te vayas.
Paula: no me voy a ir espera que atiendo -lo miré y fui a buscar mi celular- ¿Hola? Si Nati, decime. ¿Cómo? No te la puedo creer, gracias por avisar. Si veo porque a Pedro se le rompió el auto, dale, beso.-cortaste y lo volviste a mirar-
Pedro: ¿Que hice? -bufó
Paula: Nada, la chica cancelo la reunión.
Pedro: Genial ahora, -se acercó tomándote de la cintura- podemos llegar más tarde
Paula: -reíste- no me pienso quedar abajo de la lluvia seis horas, te comento. Llama a una grúa o algo.
Pedro: ¿No te queres quedar conmigo? -haciendo pucheros
Paula: Si pero no acá.
Pedro: -sonrió- metete al auto así no te mojas dale.
Ambos se metieron al auto y Pedro se encargó de llamar a una grúa para que venga a buscar el auto. Vos cerraste los ojos y apoyaste la cabeza en asiento. Estabas cansada y creías, enamorada.
Natalia quedó pensativa. Nunca vos le hablabas tan rápido y cortabas así, algo más te pasaba. Se sonrió ante la mirada de Zaira y ella rió-
Zaira: Ahora pensas y te sonreís sola, me encanta. -rió-
Natalia: No, no es eso. Es que... Paula nunca me habla así.
Zaira: ¿Como te habló? -levantó la cabeza para mirarla--
Natalia: Rápido, como si no tendría tiempo.
Zaira: ¿Que queres decir?
Natalia: Quiero decir que si no se comió a tu hermano, le pega en el palo.
Zaira: -comenzó a reírse- De mi hermano estoy acostumbrada, pero de Pau no sé, no me da la sensación que se lo coma ya.
Natalia: Mm no sé. Veremos -rió-
Con los ojos cerrados esperabas que Pedro terminara de hablar con los de la grúa. Estabas toda mojada, más el calor del auto transpirabas como la mejor. Dejaste de escuchar hablar a Pedro por teléfono, lo que significó que habia cortado. Sentiste que su mano tomó la tuya y su respiración en tu mejilla, ya que tenias las cabeza de costado. Te dio un tierno beso en el cachete y sonrió, vos abriste lentamente los ojos.
Paula: ¿Ya vienen?
Pedro: Sí, en un ratito. ¿Tenés sueñito?
Paula: Si -bostezaste- un poco. ¿Que hora es?
Pedro: Casi las seis linda -mirando su reloj
Paula: que lindo que me digas linda -te estiraste y lo volviste a mirar-
Pedro: -estaba sentado de costado para así, tener una vista completa sobre vos- viste, ¿porqué no descansas? Después te despierto. -acariciándote la cabeza y tirándote el pelo hacia atrás-
Paula: No me hagas así que me duermo.
Pedro: Te va a hacer bien, estas súper cansadas. Te tendrías que ver la carita.
Paula: Capas que, unos besitos me despiertan, no sé -admitiste
Pedro: Ah mira a la chica dura, mis besos la aflojan -rió
Se acercó a vos y te besó tiernamente. Lo besaste igual y le pegaste un rodillazo a la guantera del auto (a donde se guardan las cosas) por acomodarte haciendo que esta se abra y que de ella cayeran todas las cosas. Pusiste cara de dolor y el comenzó a reír.
Paula: Reíte total yo me hago mierda.
Pedro: -te miró tiernamente- A ver... -suavemente te tomó la rodilla y la puso sobre sus piernas-
Paula: -lo miraste con ternura- ¿Que tengo doctor?
Pedro: Usted tiene una pierna muy linda -rió
Paula: ¡Dale! -reíste- Tengo todo colorado mira.
Pedro: Ay pobrecita ella que tiene colorado - y lentamente te acarició-
Paula: ¿Que sos de esos que me sanan con tocarme? -reíste-
Pedro: O con besarte -tiernamente te besó- linda.
Paula: -te mordiste el labio- ¿me llevas a casa cuando llegue la grúa no?
Pedro: te llevo a donde quieras -y se mordió el labio-
Paula: ¿Seguro? -reíste-
Pedro: Si a donde quieras -sonrió
Paula: Podes llevarme a mi casa a upa y me llevas a la cama así no tengo que subir las escaleras y si queres me podes hacer unos fideos con pesto.
Pedro: -comenzó a reír- ¿y me quedo con vos?
Paula: No, te vas. -reíste-
Pedro: Mm no, ¿porqué?
Paula: porqué no sos nada para quedarte a dormir en mi casa -reíste-
Pedro: ¿Y puedo empezar a serlo?
Paula: puf tiene que pasar mucho tiempo para eso.
Pedro: ¿Mucho? -frunció la nariz
Paula: Queda en vos.
Pedro: Es un gran avance, cambiaste de opinión -rió
Paula: Bésame y cállate. -lo agarraste de la cara y le partiste la boca de un beso.

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