Cuando volvieron al hotel Pedro se acostó un rato con Angela a ver la tv, mientras que Paula le daba de comer Sol.
Apenas Angela se durmió Pedro se fue hacia donde se encontraba Paula.
Paula: ¿se durmió la enana?
Pedro: si, ¿y esta princesa?
Paula: se está quedando dormida.
Pedro: Mas tarde voy a hablar con Angela,
Paula: ¿sobre qué?
Pedro: Sobre el susto que nos dio hoy.
Paula: ¡pero háblale bien amor!
Pedro: ¡No soy un ogro Paula!
Paula: Ese ya lo sé, sos el mejor hombre, el mejor marido y el mejor padre y te amo más que a mi vida.
Pedro: Yo te amo mas (beso).
Paula: Yo te digo porque a veces gritas, y la nena se inhibe,
Pedro: solo le voy a explicar.
Después de dos horas Angela se despierta de su siesta, y se acerca a ellos.
Pedro: ¡Vos y yo tenemos que hablar!
Angela: ¿sobre qué?
Pedro: sobre lo que paso hoy
Angela: Si muy lindo conocí a mis personajes favoritos.
Pedro: Sobre eso no quería hablar.
Angela: ¿entonces?-
Pedro: ¿Vos sabes el susto que nos diste hoy?
Angela: ¿Yoooooooooooooo?
Pedro: ¡si vos!, como te vas a ir así porque si, ¿sabes cómo estaba tu mama?
Angela: Es que yo quería conocer a Donald.
Paula: ¿pero no era mejor que fuéramos todos Juntos?
Angela: ¡sí!
Pedro: Estamos en otro país. Mira si te pasaba algo, ¡vos no pensaste en nosotros!, en lo desesperados que estábamos, solo lo hiciste por que querías conocer al pato Donald.
Angela: ¡Pero lo conocí!
Pedro: si lo conociste, sin pensar en cómo la estábamos pasando tu mama y yo.
Angela: ¡Perdon!
Pedro: ¡Sos muy egoísta!
A Angela le dolió que su papa le haya dicho eso, fue cuando se le llenaron sus ojos de lágrimas.
Se levanto y se fue corriendo hacia su cama y se abrazo a su muñeca llorando.
Paula: ¡Fuiste muy duro!
Pedro: solo le quise explicar.
Paula: Pero así no es la manera.
Paula se fue con su hija y Pedro se quedo pensando.
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